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Ahora tenemos una nueva imagen, pero somos la misma iglesia.
La Iglesia Cristiana La Casa de mi Padre, en Caracas Venezuela; nació “en el corazón Dios”.
Luego la visión fue dada a nuestro Pastor Frankie Tovar un jueves 9 de diciembre de 2.004.
Como él mismo lo dice: “Ese día supe, de manera evidente y firme
que Dios me estaba llamando a fundar una nueva Iglesia”.
"Cada vez
que te veas en
el espejo, debes
ver a alguien
realmente
comprometido
con Dios"
La Iglesia Cristiana La Casa de mi Padre, en Caracas Venezuela; nació “en el corazón Dios”. Luego la visión fue dada a nuestro Pastor Frankie Tovar un jueves 9 de diciembre de 2.004. Como él mismo lo dice: “Ese día supe, de manera evidente y firme, que Dios me estaba llamando a fundar una nueva Iglesia”.
El 29 de marzo de 2.005, en un vuelo Puerto Rico - Caracas, Dios le dio a nuestro Pastor el nombre de nuestra Iglesia: “La Casa de mi Padre”. Y nos alegra saber que, según Juan 2:16 Jesús llamaba al Templo de Jerusalén “La Casa de mi Padre”. Y según Juan 14:2 también llamaba al cielo La Casa de mi Padre. Esto, que aparentemente es una coincidencia, para nosotros tiene mucho significado y valor.
El 22 de mayo de 2.005, celebramos nuestro primer servicio oficial, en un pequeño salón del Hotel Caracas Cumberland con la asistencia de unas veintinueve (29) personas.
Los días que prosiguieron fueron duros, como suele suceder en el proceso de fundar una iglesia, pero el pequeño grupo de hermanos que se sumó a la visión, y las personas que comenzaron a convertirse, nos dieron aliento para seguir adelante, siendo reafirmados cada día por el Señor, su Espíritu y su Palabra.
Durante unos seis (6) meses, Enlace Tv nos permitió celebrar nuestras reuniones dominicales en la quinta Enlace, de San Bernardino. Y en diciembre de 2.005 alquilamos el local donde funciona actualmente nuestra Iglesia, el cual tiene una capacidad para 320 personas aproximadamente.
Nuestra primera actividad en este nuevo local fue la cena de navidad. Tuvimos un hermoso tiempo lleno de alegría y gratitud al Señor. El entusiasmo y la fraternidad se desbordaban por todas partes. La verdad es que esa cena navideña fue un “Gloria a Dios en las alturas”.
Ya con una sede, la Iglesia tomó un impulso significativo. Sentimos la estabilidad y la firmeza para comenzar a echar las bases necesarias, que nos permitieran encaminarnos en el cumplimiento del propósito de Dios.
Hoy, ya somos una iglesia establecida, afirmada, madura y determina a servir a Dios y a nuestro prójimo. Estamos convencidos de que existimos para amar a Dios, proclamar su Palabra a todo ser humano, hacer de cada creyente un discípulo de Jesucristo, ayudándole y animándole a servir a Dios y a su prójimo, en el mejor ambiente de amor fraternal, no excluyente sino incluyente, como corresponde a la verdadera familia de Dios.
Usted necesita saber esto, le dará sentido de pertenencia y le ayudará a entender por qué somos una Iglesia cristiana, alegre, sencilla, con corazón de familia, donde todos tienen un lugar.
Ahora tenemos una nueva imagen, pero somos la misma iglesia.
Predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo y establecer iglesias hermanas en el territorio nacional. Para que muchos acepten a Jesús como su Salvador y vivan enmarcados en Su propósito.
Ser lo que Señor ha dicho en su Palabra que es una Iglesia. Y que este modelo se replique a nivel nacional en cada iglesia que fundemos o adoptemos.
Adoramos
Evangelizamos
Fraternizamos
Discipulamos
Servimos
En La Casa de mi Padre la adoración es para glorificar a Dios, la evangelización es un estilo de vida, la práctica del amor fraternal demuestra que somos parte de la familia de Dios, donde todos los alcanzados son debidamente discipulados para que sirvan al Señor y desarrollen una nueva manera de vivir
que refleje el carácter Cristo.